08 marzo 2009

Carta sin destino.

Querida amiga:

Hace muchos años que nos conocemos, unos catorce, desde que nuestros hijos empezaron juntos el preescolar. Siempre hemos sido buenas amigas, todas las del grupo.

Cuando comencé ha trabajar para ti, te dije que no quería que cambiara nuestra amistad. Y eso es precisamente lo que ha pasado

Desde el principio he tenido claro que el hecho de ser amigas me obligaba ha revasar mis obligaciones más allá de lo que hubieras esperado de otra persona, pero jamás me supuso ningún problema ya que me sentía en deuda contigo, estaba enormemente agradecida.

Todo ha ido bien, mientras se hacían buenas ventas, yo trabajaba toda la jornada y tú apenas aparecías por allí. Pero por motivos obvios las ventas han bajado notablemente y ,entiendo, que me hayas reducido la jornada y te veas obligada ha hacer tu el resto, que además la media jornada me la partas porque atí te va mejor...Pero no entiendo que ahora de pronto las cosas no estén a tu gusto, ¿ no será que aún no te has dado cuenta de que estoy la mitad del tiempo?

Tampoco entiendo que ahora que he encontrado un trabajo para los fines de semana,no quieras redistribuirme en la semana las dos horas que hago los lunes por la tarde para que yo tenga un día libre en la semana.

Te ves obligada ha trabajar sin haberlo escogido, sé que no fué decisión tuya abrir un negocio, pero no deberías descargar tu frustración en mí, no creo merecerlo.

Hace tiempo una amiga común me dijo que para tí, sólo estaba bien hecho lo que haces tú. Tiene mucha razón, yo entonces no supe que pensar, pero claro yo no soy suspicaz, al contrario, demasiado confiada.

Mi lema es que de toda experiencia se aprende algo. Déjame decirte que de esta poco he aprendido. He actuado con honestidad, he hecho todo lo que estaba en mi mano, por nosotras y por el negocio; y voy ha seguir siendo así con mis amigas,me niego ha cambiar la condición que me define como persona: cuando quiero a alguien lo doy todo.

No me verás enfadada, me da la impresión de que eso te complacería, llegaré cada día con una sonrisa, no vas ha tener motivos de quejas (realmente nunca los has tenido, aunque fallos tenemos todos) en el tiempo que me quede de trabajar contigo.

Ha sido un placer. Pilar


" Los buenos y los malos resultados de nuestros dichos y obras se van distribuyendo, se supone que de forma bastante equilibrada y uniforme, por todos los días del futuro, incluyendo aquellos, infinitos, en los que ya no estaremos aquí para poder comprobarlo, para congratularnos o para pedir perdón, hay quien dice que eso es la inmortalidad de la que tanto se habla."

( Ensayo sobre la ceguera) José Saramago






2 comentarios:

Leznari dijo...

Hola Pilar, primero gracias por tus palabras de apoyo en mi rincón,son aires nuevos que se agradecen,respecto a tu articulo, me he sentido identificada en muchas cosas, yo he tenido buenas amigas, y les he dado todo, pero con el paso del tiempo me he dado cuenta que las verdaderas aún siguen aqui apoyandome (en especial son dos),las otras....quizá solo me querian por su propio interés y ello me hizo sufrir mucho,comparto contigo el seguir siendo tu misma, pero... amiga bloguera, no te dejes avasallar como me ocurrió a mi.
Un beso dulce.
LEZ

Pilar dijo...

JOOO Leznari que ilusión ver tus comentarios!!Gracias.
Creo que todos sufrimos estas decepciones alguna vez(unos más y otros menos) y claro que se sufre,pero estoy tranquila,sé que he hecho por esta persona más de lo que ella pueda desinteresadamente hacer por nadie.Puede que sea verdad que me dejo avasallar, me lo dice quien me quiere y mi problema es que no sé decir NO.
Vuelvo ha darte las gracias,has sido muy amable. Me hace mucha ilusión porque pensaba que no yo podría hacer esto, me cuesta muchísimo. Cada paso que tengo que dar se me hace complicadísimo.Creo que mi índice se está quedando sin huella.
Un abrazo.Pilar