11 agosto 2009

Un abrazo de Esperanza



Esperanza huele a lavanda. También huele a lavanda su habitación y su cama... siempre tiene una bolsita de tela con flores de lavanda secas bajo la almohada.
Al verme entrar en la habitación me dirige una sonrisa triste al tiempo que abre los brazos.
Está sola ... nadie está con ella en ese momento.
Yo me acerco a su cama y la abrazo. Me da seis o siete besos, todos en la misma mejilla. Le tomo la mano y ella me agarra con fuerza.

- ¿ Cómo estás, Esperanza ?

- Bien... pero es que aquí todos me mandan ...

- Claro, cielo, son médicos y te cuidan para que te recuperes pronto.

- Y yo ... ¿ qué hago aquí... ?

- Pues descansar y ponerte bien...

- Mira ahora que estás aquí, quítame esto...

- Noooo, no puedo Esperanza, me regañan ... ¿ Recuerdas cuando te caíste ?

- Claro, claro que me acuerdo...

- Pues por eso te lo ponen, para que no te caigas de la cama.

- ¿ Qué hago yo aquí... ?

- Nada, Esperanza, solo curarte... ¿ quieres algo ? ¿ necesitas alguna cosa ?

Esperanza reclina su cabeza hacia atrás y cierra los ojos como cansada ...

- Solo quiero morirme...

-No digas eso corazón, que te vas a poner bien muy pronto.

Sus ojos se llenan de lágrimas ... otra vez me extiende los brazos...

Cuando salí de aquella habitación, algo de mi... se quedó allí...

Esperanza no quiere morir, quiere vivir menos sola...


Pilar